Exploding Kittens es un juego de mesa, de cartas, lanzado como proyecto en Kickstarter que lo ha petao (hablando mal y rápido).
Pedían 10.000 dólares y en unos días llevan más de tres millones. Claro, hay gatos de por medio, ya sabemos.
El asunto es que si argumentas racionalmente y dices que necesitas 3 millones para montar una editorial de juegos de mesa que haga «los juegos que nadie se atreve a hacer» (que no es mal claim para apelar a ese abundante nicho que gusta probar juegos de mesa) fijo que no te los dan. Pero fijo, fijo. Que te comes los mocos, vamos.
Y mientras, ahí tienes una idea loca (es mentira: no es para nada una idea loca, al saber le llaman suerte, que dicen por ahí) que arrasa. Logros y perversiones del marketing.