La proliferación de gurús en torno a la transformación digital es un fenómeno risible. La misma gente que el año pasado hablaba de 2.0 como algo nuevo, cuando el concepto fue enunciado hace más de una década y quedó obsoleto apenas un par de años después, ahora hablan de transformación digital, de design thinking, y de todo tipo de cosas que sospecho ni siquiera entienden.
Así las cosas, es inevitable reflexionar sobre cómo correlaciona el uso de la transformación digital con nuestro día a día. En un sesudo análisis he descubierto dos correlaciones básicas:
La primera, ya mencionada, es que cuanto más se usa el término transformación digital menos se usa el término 2.0. Algo muy positivo, porque ya hace un siglo que debió dejar de usarse el mismo.
La segunda, menos intuitiva, necesita una ilustración que he hecho aquí en una servilleta (¡como si se tratase de un plan de negocio que hubiere de hacerme billonario!), y escaneado rápidamente.
Así es, amigos, cuánto más usáis el término de marras, menos ligas gana el Madrid. No lo digo yo, son los datos crudos. Ya tienen pitch gratuito para acercarse a lo de Florentino y probar a ver si le atizan a la piñata y sacáis unas perrillas de contrato.
El título se lo debemos a Arnau, que siempre fue más ingenioso que un servidor de ustedes.