Muchas veces he visto Apocalypse Now desde que era eso que los que estudian a las personas llaman «preadolescente» (parafraseo a Kilgore con frecuencia y me acuerdo del monólogo final de Marlon Brando aún con más frecuencia). Nunca antes la había visto después de leer El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad, en el que está basada. Hace un par de semanas terminé ese libro y esa misma noche fuimos corriendo al disco duro, para darnos el homenaje.
La actitud de los protagonistas, tarados o (más probablemente) incorrectamente incentivados y consecuentemente saltándose el guión previsto se ve mucho más marcada. Siempre dije que ésa me parecía una película de guerra sin guerra. La película recoge ese ambiente claustrofóbico y enajenado que la brevísima novela de Conrad transmite a la perfección, y es algo que no había entendido antes de leerme el libro. Seguramente no sea cierto, pero queda relegada a un pequeñísimo rol secundario ante la compleja mente humana y la delgada línea que separa a la racionalidad de la demencia.