Que esa parte de la población que se autodefine indignada y quiere una completa reformulación del sistema de abajo a arriba jalee la programación de La Sexta mientras esa otra parte de la población que no se autodefine como nada pero tampoco está por la labor de reformular nada en absoluto jalea a Antena 3 sólo es algo absolutamente degustable cuando uno no tiene televisión en casa, y cuando además comprende que ambos grupos de tertulianos (los que trollean en la tele en un sentido u en otro, en cada una de esas dos emisoras) están pagados por la misma cartera (que por cierto es la misma que paga la nómina de quienes hacen el diario La Razón, tan denostado por los mismos que jalean todo lo que sale por La Sexta). Y que Antena 3 ha encontrado la fórmula mágica de la paz eterna orwelliana: decirle a cada uno de esos dos grupos poblacionales lo que quiere oir, sin estar dispuesto a que nada cambie (sopena de arriesgar su status de poder decir a cada uno lo que quiere oir), pues en ello les va la supervivencia como negocio. «Y con las cosas de comer no se juega», que estará pensando el señor Lara.
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3 respuestas a «Emporios mediáticos y tontería (de uno y otro lado)»
Te encuentro «indignado» con el panorama televisivo ;) Si uno de los «lados» fuera comprado por otro emporio (o, en el colmo de la indignación, vía crowdfunding) y los discursos siguiesen igual, ¿la «tontería» sería menor?. Visto así, tu tesis no es un ad hominem… pero se le parece mucho.
Hombre, por estar hablando de televisión lo podemos llamar Ad Televisium, jeje.
Si no fueran la misma empresa (incluso si la empresa fuera propiedad cooperativa de todos los que mediante un aporte colectivo lograsen el control de la emisora), no sería irónico.
En ese caso (incluyo el crowd funding) tendrías el panorama «convencional», grupos diferentes cada uno defendiendo a sus partisanos, con la salvedad de que en una situación concreta los dueños serían una suerte de cooperativa.
Podemos hablar de si la estructura de soporte financiera de esos grupos diferentes (y hasta de los diferentes partisanos) es idéntica, parecida, o no son comparables, pero al menos no se daría la irónica situación de tener al mismo grupo mediático acunando a la vez uno de los discursos más conservadores y otro discurso con ambiciones reformistas (aunque los dioses antiguos y los nuevos nos salven de hacer caso a las conclusiones de un debate cocinado por el follonero, jeje).
Sobre la cualidad del discurso reformista no me posiciono, aunque si tu curiosidad va por ahí diré lo que otras veces: estoy muy de acuerdo con ellos en que el sistema está roto, pero creo que no estamos nada de acuerdo en las recetas para salir del agujero.
Volviendo al topic, me resulta llamativo que nadie parezca pensar en que hay un grupo mediático que controla ambos discursos, y que si ambos discursos pasan el filtro es porque, a través de ese filtro, son moderadamente inofensivos para el establishment. Si no lo fueran pondrían en peligro la propia estabilidad futura de esa empresa de medios, y no veo a nadie en esa casa con ganas de arriesgar tanto… Si llegase a tener que elegir, ¿alguien cree que la persona que en este status quo tiene su futuro garantizado apostará por la perestroika? :)
El riesgo de autocensura frente a quien paga las facturas siempre existe. Por ello, la cuestión es que, más allá de la ironía, no veo efectos prácticos, en este caso de «un bolsillo, dos medios», diferentes a los que tendrías con «un bolsillo por medio». La inofensividad frente al establishment, la autocensura, etc, sería similar. Quizá sea porque estoy pensando en otros casos: en La Rioja tenemos dos periódicos regionales («La Rioja» y «El Correo, edición La Rioja») pretenecientes al mismo grupo. Las noticias, los titulares, las fotos, etc, son iguales en un 90%. Expulsan a la competencia (no hay sitio para un tercer periódico) e imponen un discurso monocorde a la información regional. Esto sí que me parece «denunciable» y relacionado con el que ambos medios pertenezcan al mismo grupo.