¿El mejor momento de True Blood?
Seguramente, sí.
¿El mejor momento de True Blood?
Seguramente, sí.
«Vargas Llosa sobre los libros y tesis de Carr. El artículo no vale demasiado, cuando resume ‘The Shallows…’ lo hace bien, luego se pierde bastante en teorías peregrinas del tipo ‘como en internet hay resúmenes de Proust nadie lo va a leer’.
Curiosamente su columna es una síntesis superficial del libro de Carr…»
¿El cazador cazado? :D
The Battle for Wesnoth is a Free, turn-based tactical strategy game with a high fantasy theme, featuring both single-player, and online/hotseat multiplayer combat.
Sé que es un clásico ya a estas alturas, pero yo lo probé ayer. Había oído hablar de él pero no sabía que era libre y se podía instalar desde main
.
Hoy, al ir a la página de caja Navarra me han dado el siguiente susto:
Yo pensaba que habrían nacionalizado el invento, o que quizá sería una promesa capaz de enardecer a las bases populares… pero no, el desafortunado eslogan se debe a la salida a Bolsa de Banca Cívica.
Brian Caplan en el manifiesto del jugador de rol:
All you need to RPG are rules and imagination. In purely technological terms, then, RPGs could have arisen thousands of years ago. Imagine how vast our gaming libraries would be today if people started writing RPGs in the time of Socrates. Picture the canon of transcendent classics that library would contain! We can’t undo the oversight of the past. But the gamers of the present can and should make up for lost time.
Habla de ello en un post reciente en el que defiende que los juegos de rol son una idea «behind its time». Dicho de otra forma: algo tan sencillo que resulta inexplicable que no lo inventaran antes.
A lo largo de la segunda mitad del s. XX, la nota promedio en las universidades han sufrido inflación. El efecto se ha notado muchísimo más en las privadas:
El efecto de esto es que la nota se ha devaluado: ahora, señores, regalan las matrículas; sobre todo en las privadas. Más aún, en años más recientes, la inflación es aún más acentuada:
Está claro que hay grandes universidades privadas, pero que la mayoría son puras cadenas de montaje para niños malos de familias bien que dejarán de pagar si éstos no consiguen la nota necesaria para llegar a donde sea que quieren llegar, aunque por esfuerzo quizá no se lo merezcan.
Y no es algo nuevo ni que no se supiera: contra todos los que nos criticaban, recuerdo haber defendido la selectividad a mis diecisiete años. En aquella época, era lo único que defendía a los niños de institutos públicos si querían entrar a una carrera que estuviera muy cotizada.
Existe un problema de incentivos: las Universidades no deberían estar incentivadas a subir artificialmente la nota de sus alumnos. Pero supongo que sin auditoría post-graduación ni estudios (en los que, por otra parte, no entrarían voluntariamente ni a punta de pistola) tampoco hay manera de frenarlo. Uno se acuerda de Joanna Rutkowska en estos momentos y recuerda lo primitivo (y limitado) que es el sistema de notas para validar los conocimientos de una persona.
¡Otra vez xkcd!