Debatir sobre cómo conseguimos tener una sanidad más o menos decente es abrir la caja de los truenos: nadie queda indiferente. Que si no lo llaméis copago sino repago, que me niego por instinto.
Llega 2012 y con él comienza a extenderse la fórmula de cobrar 1 euro por visita; no duden de que volverá la tormenta.
Y sin embargo, es todo una farsa. A 1 euro por visita, yendo una vez al mes nos gastamos 12 euros al año. Mañana se celebra un famoso sorteo de lotería. Participar en el mismo cuesta ni más ni menos que 20 euros. La estadística nos dice que más del 80% de los participantes perderán íntegro todo el dinero que jueguen, y que sólo el 5% recuperarán lo jugado y, al menos, un céntimo más.
El 80% perderán sus 20 euros íntegros. Casi el doble que una visita mensual al médico, y lo harán voluntariamente, para no obtener nada a cambio.
Eso sí, cuando se hable de impuestos, de sanidad y de pagos, harán acopio de dignidad y dirán que es inaceptable. Pero a mí las defensas incoherentes ya me suenan a canciones de tasca, que se cantan a horas demasiado tardías, con la sangre demasiado empapada de vino.
Es la promesa del dinero gratis, que los vuelve locos y les desencaja la cara. Y la locura justifica cualquier cosa, pero luego llegan las milongas y los argumentos pretendidamente racionales, y mientras tanto se mantiene un entorno del todo irracional, que es peor que agresivo hacia quienes crean trabajo, siquiera para ellos mismos.
5 respuestas a «Lotería, sanidad, coherencia y viejas milongas»
Jeje, a mí lo que me hizo gracia fue la frase de Juan. En principio no me niego a nada, aunque sí reconozco que la sanidad que tenemos aquí, ahora mismo, no está nada mal para casos realmente graves. Y me jodería perderlo.
Una pequeña puntualización, de lo que hablan en Cataluña es de 1 € por receta. Es decir un euro por caja de medicamentos que consumas, lo que para la gente que tiene varias enfermedades crónicas se puede poner en un pico a final de año.
Y sí, estoy contigo, lo de la lotería de navidad no hay quien lo entienda.
Ya ya, tu enlace está en el instinto porque es lo que te llamó la atención (y por aquí también disfrutamos con ese enfoque!). Es Juan el que se niega, poco más o menos, por instinto :)
Gracias por el matiz de las recetas, eso es bastante más pasta… claramente. Pero igualmente si se reorganizaran los gastos (tanto los personales como los públicos), estoy seguro que podríamos hacer más con menos… y no entiendo que por unas cosas se monte un cirio y al matadero de la lotería vayan todos cantando. Imagino que habrás visto, al menos algún día, las infinitas colas en doña Manolita. Insultante a la razón humana…
Pues si, lo de doña manolita es insultante a la razón pero ellos sabrán… A mi lo que me molesta es tener que justificarme todos los años con el tema del número de navidad en los trabajos:
-Que no, que no soy un raro. Sólo es que no juego a la lotería.
-Pero, ¿y si toca?.
-Si toca me alegraré por ti.
-/mirada de qué raro es este tipo/
Y así año tras año. Igual es que sí soy un raro :)
A mi, además, me divierte la idea de copago como si no lo esruviéramos haciéndolo ya en los llamados servicios gratuitos: copagas la educación, puesto que nunca te dan los libros. Copagas la universidad, la matrícula no cubre todo el coste. Copagas la sanidad, pues tu familiar se queda por la noche para atender al enfermo en rutinas personales. Copagas el autobus, que está subvencionado. Hay que ver el daño que hace la palabra «gratis» en manos de un político.
Más daño que una foto del desierto de Tabernas en una diapositiva de Colin Powell ;)