Una infografía interesante en el blog de Jaume Balmes:
Me agrada saber que no somos pocos quienes vemos en el uso (y abuso) abuso (porque el uso con buen criterio sigue siendo una ventaja) de infografía una práctica detestable que nos obliga a hacer scroll y scroll y scroll… para mostrarnos una cantidad insignificante de información. Para colmo, es cada vez más frecuente que ni siquiera hagan un trabajo de diseño digno y la infografía sea fea como pegarle a un padre.
Momento para recordar aquella otra obra maestra que vimos en Derrotero.