En Ars Technica:
The 2011 Nobel Prize in chemistry was awarded to Dan Schechtman for his discovery of quasicrystals, materials that do not have the regular lattice structure of crystalline solids. Schechtman produced quasicrystals in the laboratory in 1982, but until 2008 nobody had found a naturally occurring quasicrystal. Now researchers in Italy and the United States have examined the rock that contained these natural quasicrystals and determined it may actually be part of a meteorite.
En su día hablamos de la concesión de este premio Nobel en concreto, el asunto me sigue encandilando. Lástima que la foto no sea de ese cuasicristal que vino del espacio, sino de uno construido en el laboratorio. Es bonito, y si uno lo piensa bien, éste es el importante (el que significa que sabemos cómo fabricarlos cuando los necesitemos). Pero el ser sintético le hace carecer de glamour. ¿Cómo ser más exótico que un meteorito?