Ayer por la mañana me vino a la cabeza una visión habitual. Siempre que tengo un tablet en la mano (sobre todo si es el que tenemos por casa, que es de los de 10″) tengo la sensación de tener en la mano un teléfono grande en lugar de otra cosa. E inequívocamente termino pensando que estoy dentro de una película de Gondry (podría ser un videoclip, pero yo soy más de sus películas que de sus artistas fetiche, con Björk a la cabeza).
De tal forma no hubo más alternativa que terminar el día viendo The We and the I, una película diferente de Gondry, sin apenas locuras visuales, pero con una trama especialmente bien llevada. Toda una road movie en la que no llegas a salir del autobús, que ya quiero volver a ver.