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Ad Astra Errans, un tagline para dominarlos a todos

Este blog solía llamarse Tumbos, aunque ya desde su misma presentación en sociedad se le llamara Ad Astra Errans, algo así como errante hacia las estrellas o, siendo más mundanos, dando tumbos.

La cosa es que me gustaba más el subtítulo que el nombre. Ad Astra es el nombre que dí también a mi Flog hace unos meses, en su corta vida. Ahora ha venido (quizá) para quedarse. Y, bajo el brazo, un cambio de URL y un rediseño que recuerda el sencillo esquema html + css que en su día usé en el flog homónimo.

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Llueve en Montevideo

Acabamos de llegar a Montevideo (en OVNI, obio). La temperatura es agradable, apenas diecisiete grados, pero llueve a cántaros y el limonero, volcado bajo el peso de su fruto, constata que acá es época de comer cítricos. No, al final no se acercaba el invierno, pero nosotros salimos a su encuentro.

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¿México? No, Irlanda

Interesante artículo sobre la evolución del crimen organizado en Irlanda (típicamente centrado en atracar oficinas de banco). La evolución es idéntica a la que podríamos esperar (y de hecho se vio florecer) en un México que amenazase con legalizar el tráfico de drogas y, de esta forma, matar la vaca gorda que alimenta a estos grupos. La única diferencia es que este relato, repito, no habla ni del México del narco ni de la Argentina del corralito, sino de Irlanda (vía Schneier).

THE FAVOURED quick-fix money-making exercise of the average Irish organised crime gang had, for decades, been bank robberies. But a massive investment by banks in branch security has made the traditional armed hold-up raids increasingly difficult.

The presence of CCTV cameras in most banks means any raider would need to be masked to avoid being identified. But security measures at the entrances to many branches, where customers are admitted by staff operating a buzzer, say, means masked men can now not even get through the door.

By the middle of the last decade, cash-in-transit vans delivering money to ATMs were identified by gangs as the weak link in the banks’ operations. This gave rise to a huge number of armed hold-ups on the vans.

However, in recent years the cash-in-transit companies have followed the example of the banks and invested heavily in security technology. Most vans carrying money are now heavily protected by timing devices on safes in the back of the vans, with staff having access to only limited amounts of cash at specific times to facilitate their deliveries.

These security measures have led to a steady decline in robberies on such vans in the past five years.

But having turned from bank robberies to armed hold-ups on cash vans, organised crime gangs have once again changed tack and are now engaging in robberies with hostage-taking.

Known as “tiger raids”, the robberies involve an organised crime gang kidnapping a family member or loved one of a person who has access to cash because of their work in a bank or post office.

Family members are normally taken away at gunpoint, threatened with being shot and or held until the bank or post-office worker goes to their work place, takes a ransom sum and leaves it for the gang at a prearranged drop-off point.

Y de aquí a nada, a sembrar.

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Que la realidad no te haga despertar

Dice Gonzalo Martín en el último post de la bitácora de las Indias:

«Tras los anhelos del 15M hay pelotones de periodistas deseosos de contar su revolución y su watergate, que la realidad no les chafe una buena noticia. Hay montones de personas que están “apuntándose” a la creencia de que hace “algo” porque acampar es estupendo. El discurso es religioso: la fe de que van proporcionarnos el paraíso porque saben insultar a dos banqueros. Cada vez que se rasca en cualquier acción lo que aparece es desconcierto o ignorancia, populismo barato a la altura de los debates de los programas del corazón.»

Cuánta concisión, cuánta concisión.

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