El último discurso ecocatastrofista rumorea que en el 2050 sólo podremos comer cucarachas:
Los futurólogos poblacionales, plantean que en 4 décadas más, en el mundo seremos alrededor de 9 mil millones de habitantes y las aves de corral, cerdos, vacas, caballos, burros, así como muchas de las especies marinas que consumimos en la búsqueda de proteínas, serán solo piezas de exclusivos catálogos. Circunstancia esta que nos obligara a replantear drásticamente nuestros hábitos alimenticios.
El fin de las aves de corral y la caída en el olvido de su insípida carne casi nos haría un favor a todos, pero lo de las vacas representaría una pérdida enorme y el hecho de que sea esa abundante marea de diminutas réplicas de Gregor Samsa (aunque altas de moral) quienes se proyecten como sustitutas proteicas perfila un horizonte verdaderamente inquietante.