Categorías
De lo social y lo ético

Favoritos, retuits y «lo importante»

Gonzalo lleva un par de días inquieto con el tema de los «favoritos» en Twitter. En primera instancia ya le dije que era consecuencia de las prisas y el no tener tiempo (en el momento de ver el mensaje) para leer el enlace adjunto.

Pero hay más. Favorito es un término muy extendido, pero inexacto en el uso que se hace de él en Internet. Usain Bolt es favorito en una carrera, y Anand es favorito en un torneo de ajedrez; un tuit no es favorito de nada (a menos que sea un casposo concurso de blogs al que a estas alturas ya sólo se presentan tuiteros, claro). En realidad, el término inglés favourite debió incorporarse a la rutina internetera como preferido.

Por preferido nos vamos acercando a la realidad: los tuits «favoritos» tienen estrella. Como los marcadores que conservamos para visitar frecuentemente en el navegador, o el correo que marcamos importante en clientes de correo como Thunderbird (libre) o GMail (privativo).

El uso que cada cual hace de la herramienta y su función puede ser muy diferente, pero conceptualmente es más probable que un tuit con estrella acabe siendo enlazado-presentado tomado como ejemplo o aporte que aquello que se retuitee, como sugiere Sonia.

Y podemos debatir si el retuit te da difusión instantánea y una mayor puerta de entrada a un cierto contenido o si eso de generar contenido imprevistamente valioso en Twitter es la principal trampa de esa herramienta. Formalmente, podría parecer que es abrir otra reflexión… pero es posible que éste sea realmente el origen de la inquietud en torno a los favoritos. Y ciertamente vale la pena pensar en ello.

10 respuestas a «Favoritos, retuits y «lo importante»»

Más que inquieto es una forma que tengo yo de soltar rarezas por ahí a ver qué me dicen. Vengo observando que el «favoriteo» de tuits se incrementa. Y todos esos usos que comentas, los preveo. En realidad, es una sospecha de que el uso de twitter como substituto del RSS y como centro de la «vida inteligente» en la red se acelera. Yo lo encuentro terriblemente incómodo, pero es que yo no voy nunca a twitter a ordenar lecturas, sino a usar el tiempo real tratando de que sea en mi beneficio.

Sin duda, a eso voy yo y (creo) muchos otros. Por eso yo marco con estrella esas cosas que veo pero no tengo tiempo para leer, así las leo luego. Ni siquiera tengo un sistema (que los hay) para enviar automáticamente el primer enlace del «tuit estrellado» a tu gestor. Precisamente porque en el gestor no quiero nada de ruido y sobre ese enlace no sabré si quiero conservarlo hasta que no lo haya leído :D

PD. Te había entendido bien, entonces, yo creo que es indicador de que la gente ve/hace cada vez más labores reseñables en lo que no deja de ser un jardín cerrado.

Pinboard, por ejemplo, ofrece guardarte todos tus tuits o, si quieres, todos tus tuits favoriteados y hasta te los etiqueta con el hashtag si así lo configuras. Por un post en Error 500 entiendo que Diigo ofrece al go parecido. Creo que el uso combinado con gestores de marcadores puede explicar en parte el boom del favoriteado en Twitter.

Personalmente, prefiero guardar en Readability las cosas que quiero leer más tarde, porque de paso se elimina el ruido de la página y el texto se prepara para descargar en epub, cosa que hago cada vez más a menudo. El paso final es que, si lo he leído y quiero guardarlo en marcadores, pues tengo que guardarlo, paso que te ahorras con favorito en Twitter + gestor que te lo guarda automáticamente. Ojo, ahorrarte este paso también significa perder una oportunidad para reflexionar y tomar una decisión consciente.

Sin duda, automatizar nos priva de la reflexión que podríamos hacer si nos forzamos a hacerlo conscientemente.

Yo antes, en los tiempos en que usaba Google Reader, usaba la estrella para marcar cosas que dejaba a medio leer pero quería terminar (porque me estaban resultando interesantes). Mi actual lector también tiene esa función. Y en tiempos inmemoriales tenía una etiqueta «leer» en Del.icio.us (posteriormente en mi Sa.bros.us y ahora en mi Scuttle), pero de eso hace mucho.

Siempre está bien tener mecanismos para gestionar ese aluvión de cosas que nos vamos cruzando y queremos mirar en detalle. Lo más relevante, sin embargo, sería lo que nos dice el ascenso de esta conducta: que en ausencia de un dominador claro de ese descubridor/recomendador de contenido en entornos «productivos», Twitter está recogiendo ese testigo. Y desde el punto de vista de la concentración en un único proveedor, representa otro problema añadido a la masa crítica de usuarios que ya posee (y las limitaciones que ya impone) ese servicio.

Con twitter voy a días, me genera pereza normalmente, pero no tengo nada automatizado en cuanto a los favoritos, creo que sólo he marcado uno hasta la fecha. Por cierto, qué buen mapa el de unas entradas atrás… lástima el pequeño espacio que tiene la blogesfera :(

Me gustaría saber, ya que estamos, qué lector de rss utilizas. He probado algunos pero no terminan de convencerme.

Ahora mismo una versión personalizada (pero muy poquito) de Tiny Tiny RSS :)

Está curioso este mapa de más abajo, sí… lo único es que describe a unos pocos gigantes decidiendo las cosas y sobre los que realmente pintamos bien poco (algo sí, pero poco) :-)

¡Demasiado tarde! Más de 1.000 referencias en Google a «Twitter Curator». :(

Cosas como «The Ultimate Guide To Becoming An Amazing Twitter Curator» o «How can I become an awesome Twitter curator?»

Cachis, yo que quería ser gurú de algo.

Responder a Jose Alcántara Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad